23 de agosto de 2011

Bienvenida soledad, vuelves a dormir a mi cama otra vez...
vuelves a abrazarme con tus fríos brazos;
a besarme con tus agrios, estériles, secos, pútridos labios
marcando mi piel, quemando mis sabanas
para al amanecer, seguirme a todas partes
robandome fuerzas para seguir viviendo,
robandote mis ilusiones de ser feliz,
quedandote con todo, dejando solo
una miserable remedo de ser...